La reorganización se está convirtiendo en una opción más popular para las empresas estadounidenses que buscan abordar sus desafíos financieros a través de la bancarrota, según señala un informe de S&P Global Market Intelligence.
En 2023, el 58,1% de todas las quiebras cayeron en la categoría de reorganización, 10 puntos porcentuales más que en 2022. Esta tendencia parece continuar en 2024, ya que el 63,6% de todas las solicitudes al 14 de marzo buscan la aprobación de los tribunales para reorganizarse.
Las quiebras corporativas de EE. UU. generalmente se dividen en dos categorías: el Capítulo 7, que implica una liquidación total de activos y la terminación de operaciones, y el Capítulo 11, que permite a una empresa reorganizar sus finanzas antes de resurgir, generalmente con operaciones más eficientes.
La agencia señala que es probable que las altas tasas de interés contribuyan a la creciente proporción de quiebras del Capítulo 11, ya que los pagos de intereses se comen las ganancias de las empresas y limitan su capacidad para pagar su deuda. El aumento coincide con el incremento de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal.
Desde 2023 hasta mediados de marzo de 2024, las empresas de todos los sectores, excepto el de los servicios públicos, tenían más probabilidades de reorganizarse que de liquidar sus operaciones. El abismo entre las dos opciones disponibles para las empresas fue particularmente marcado entre los servicios de comunicación y los negocios inmobiliarios, donde casi el 90% de las empresas optaron por reorganizarse en los últimos 15 meses.
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