En un giro inesperado para el sector de la construcción en Chile, la Constructora UPC, conocida por haber levantado más de 30 edificios en el país, ha sido declarada en quiebra. La decisión fue tomada esta semana por el 18° Juzgado Civil, que ordenó una "liquidación refleja" de la empresa. A pesar de su éxito en la construcción, las deudas con acreedores y un fallido intento de reorganización llevaron a esta resolución.
La Constructora UPC, fundada por un grupo de ingenieros compuesto por Gonzalo Ramírez, Juan José Lasen y Andrés Liodrá, enfrentó un colapso financiero debido a compromisos no saldados. A lo largo de su operación, la constructora gestionaba entre tres y siete proyectos anualmente, pero las deudas acumuladas alcanzaron la alarmante cifra de $10 mil millones 💸. Esta situación financiera insostenible hizo imposible cumplir con los pagos a sus principales acreedores.
Entre los acreedores afectados se encuentran nombres importantes como Inmobiliaria Esmeralda SpA, Inmobiliaria Jorge Cáceres SpA y Latakia S.A.. Estos compromisos millonarios no fueron cubiertos, lo que desencadenó el proceso de liquidación de la empresa.
La liquidación refleja es un mecanismo legal que busca vender rápidamente los activos de la empresa para pagar sus deudas. El liquidador titular, Patricio Jamarne, será el encargado de incautar todos los bienes de Constructora UPC, e incluso podrá contar con el auxilio de la fuerza pública si es necesario 🚨. La prioridad es maximizar la eficiencia en la venta de los activos para cubrir la mayor parte posible de las deudas.
La situación de Constructora UPC no es aislada. En febrero de este año, se concretó la liquidación de Inmobiliaria e Inversiones UPC Seis, una empresa vinculada al mismo grupo de ingenieros. Esta segunda liquidación refleja un patrón de problemas financieros dentro del grupo, exacerbando la crisis.
La quiebra de Constructora UPC pone de manifiesto los riesgos y desafíos del sector de la construcción en Chile. Además, este acontecimiento se suma a la reciente salida del mercado chileno de Tigre, una empresa multinacional con casi 30 años de presencia en el país. Tigre cerró su única planta en Colina, dejando un vacío en el sector de soluciones para la construcción civil.
La caída de Constructora UPC y la salida de Tigre generan incertidumbre en el mercado. Los proyectos en curso podrían enfrentarse a retrasos o incluso cancelaciones, y la desconfianza entre inversores y compradores podría aumentar. Además, la liquidación de los activos de la constructora podría no ser suficiente para cubrir todas las deudas, lo que afectaría aún más a los acreedores.
Con la venta de los bienes, Constructora UPC buscará pagar sus deudas lo más rápido posible, pero el impacto en sus proyectos en curso y en sus socios es una incógnita. La situación destaca la necesidad de una gestión financiera sólida en un entorno económico cada vez más desafiante.
La quiebra de Constructora UPC, con deudas que superan los $10 mil millones, subraya los riesgos del sector de la construcción en Chile. La capacidad de adaptación y la gestión financiera proactiva serán clave para que las empresas del sector puedan sobrevivir y prosperar en este entorno volátil.